Un caminar parsimonioso a la vez que elegante. Nunca parecía tener prisa. Una sonrisa perpetua cuando se encontraba con un conocido, sin importar el tiempo que hubiera pasado desde la última vez. Siempre una palabra amable. Un genio de la raqueta con espíritu rockero, y no sólo por la guitarra eléctrica que tanto le gustaba tocar. Era un revolucionario a su manera, desde su libertad innegociable. Disfrutó y sufrió, sin levantar la voz. Ni alardeó en los momentos de gloria ni proclamó sus instantes más delicados. No necesitó levantar la voz. Los más próximos captaban su esencia de buena persona en cualquier circunstancia. También en la hora del adiós.
O que achou dessa notícia? Deixe um comentário abaixo e/ou compartilhe em suas redes sociais. Assim conseguiremos tornar o tênis cada vez mais popular!
Esta notícia foi originalmente publicada em:
Fonte original
Autor: Manuel Ángel Fernández Rigueira