Carlos Alcaraz estaba protagonizando el mejor inicio de la gira europea de tierra batida de su carrera, pero el campeón de Montecarlo sufrió un revés inesperado en su tercera final del Godó. Cedió en la final ante el danés Holger Rune, de su misma edad (21), amigo y rival desde niño. Y acabó lesionado, se tocó la pierna derecha a la altura de la ingle, teniendo que ser atendido médicamente dos veces.
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Autor: Manuel Ángel Fernández Rigueira