Entre el Carlos Alcaraz vulnerable del US Open y el que arrancó en la Copa Davis y se asentó en la Laver Cup media un abismo. El español, 21 años y nº 3 mundial, ha retomado las bases de su éxitoso tríptico de Roland Garros, Wimbledon y plata olímpica. Recuperados su mejor ánimo, la potencia física y la clarividencia mental, el murciano anda a la conquista de China. Ya se ha metido de lleno en el lío del ATP 500 de Pekín, tras librar una intensa batalla con el ruso Karen Khachanov, a quien batió 7-5 y 6-2 en 1h.36′.