Paula Badosa no quiere que pare la fiesta. Ha entrado en una dinámica disfrutona que le sabe a gloria después de muchos días tirada en un sofá sin poder hacer nada por una lesión lumbar que continúa siendo una amenaza para su carrera deportiva, a sus 26 años. Pero las infiltraciones han hecho su trabajo, y hace tiempo que puede competir como a ella le gusta.