Rafa Nadal recibió la ovación más emotiva en el Palau de Congressos de Barcelona al recibir el trofeo de mejor deportista español de la historia de manos de Javier Godó, conde de Godó, en la 77 Gala de Mundo Deportivo. Era la primera vez que el extraordinario tenista acudía a una cita pública con un medio de comunicación después de su retirada. Todo el público (alrededor de mil personas) se puso en pie, después de un entrañable vídeo, y le dedicó el tributo que no se le había hecho todavía con una atronadora ovación de emoción y respeto. Pasó en dos ocasiones: al recibir el trofeo y al concluir el acto. Nadal ha sido un ejemplo de deportista en toda su larga carrera. Competitivo y agresivo en la pista y extremadamente educado, respetuoso y empático fuera de ella. El cariño que se le profesa va mucho más allá de la ideología deportiva, de los colores o las fobias. Es la expresión sincera de profunda admiración.
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Autor: Santiago Nolla Zayas